Es conveniente hacer una distinción entre velocidad y
rapidez, puesto que ambas cualidades,
aun contribuyendo a determinar una acción veloz, tienen relaciones y
grados de incidencia distintos en la realización global de los gestos de las diferentes manifestaciones
motoras.
La rapidez se
refiere a la contracción veloz de un
solo músculo o de un grupo muscular al
realizar un determinado movimiento. Es la cualidad típica de los deportes denominados “de situación” (
juegos colectivos y deportes de lucha).
La velocidad se
refiere a la relación entre espacio recorrido y el tiempo empleado en el
desplazamiento del cuerpo humano. Es la cualidad típica de los deportes
denominados
“de fuerza o de velocidad” (sprint en general, salto de
longitud, etc.
Matveev (1976) define rapidez: “Es el conjunto de propiedades
funcionales del hombre que determinan directa y preferentemente las
características de la velocidad de los movimientos, así también como el tiempo
de reacción motora”.
En los primeros años de la iniciación deportiva, el
deportista mejora su rapidez como consecuencia de tres factores:
-
La fuerza
-
Mejoramiento de la coordinación motora
-
Aumento del nivel técnico
En estos primeros años pueden realizarse entrenamientos de
velocidad con todo tipo de ejercicios y movimientos, cuyo tiempo de acción no
sobrepase los 7 u 8 segundos y con pausas amplias.
A partir de la madurez sexual, las dimensiones corporales y
la fuerza va en aumento, la velocidad se encuentra hasta llegar a los 20-21
años que es cuando generalmente se logran los máximos niveles.
Es importante conocer que en el caso de los velocistas su
selección debe ocurrir entre los 9 y 12 meses después de alcanzada la pubertad,
pero la fidelidad de los mismos estarán ubicados entre los 16 y 17 años.
MANIFESTACIONES DE LA RAPIDEZ
1. Tiempo
de la reacción motora (TRM) Rapidez simple y complejo.
SIMPLES: Repuestos ante señales conocidas
COMPLEJAS: Respuesta ante señales desconocidas
2. VMA
(Velocidad del movimiento aislado) Velocidad de las acciones motoras aisladas.
3. FM (Frecuencia de los movimientos) La
combinación de estos tres elementos permiten valorar todos los casos de la
manifestación de la rapidez.
Es necesario señalar que, para incrementar la velocidad, es
preciso actuar sobre los cuatro factores elementales, puesto que son relativamente
independientes y el desarrollo de un factor no implica mejoras sustanciales
para los otros.
Por ejemplo, si se mejora la velocidad de los movimientos, no
se influye sobre la velocidad de reacción y viceversa.
Esto significa que, en la práctica, se manifiesta un
desarrollo complejo de la velocidad. Para que un sprinter pueda dar una
prestación de relieve, éste debe tener rapidez de reacción en la salida, velocidad en cada movimiento y la posibilidad de
realizarlo a alta frecuencia sin disminuir la amplitud del movimiento.
Del mismo modo, un lanzador, para desarrollar una prestación
notable, necesitará una buena
velocidad y una buena amplitud de
movimiento, mientras que relativamente
padecerá de una capacidad de reacción motora
inadecuada y de una frecuencia de movimiento insuficiente.
Por lo tanto, los métodos de desarrollo de los factores elementales deberán tener siempre en cuenta las exigencias específicas de competición y
centrarse en ellas.
Desde el punto de vista fisiológico, el tiempo de reacción
representa la capacidad que permite
iniciar una respuesta motora lo más rápidamente después de un estímulo
perceptivo y depende de un conjunto de cinco elementos:
1- Producción
del estímulo en el receptor sensorial.
2- Transmisión
del estímulo al S.N.C.
3- Paso
del estímulo a la red nerviosa y formación de la señal eficiente.
4- Entrada
de la señal eficiente en el músculo.
5- Respuesta
mecánica del músculo.
Los estímulos perceptivos que activan la reacción motora
pueden ser de diversa naturaleza (visuales, auditivos, táctiles,
propioceptivos, vestibulares, ...) y, en consecuencia, puesto que los tiempos
de percepción sensorial son diferentes en
cada uno de ellos y varían de un individuo a otro, éstos influyen en el
tiempo de reacción. En todo caso, la mayor parte del tiempo necesario para la
respuesta corre a cargo del paso del estímulo a la red nerviosa y de la
formación de la señal eficiente.
La velocidad de cada movimiento representa la capacidad de realizar un gesto, también complejo, lo
más rápidamente posible y depende:
1- de
la velocidad de contracción muscular
2- del
grado de automatización del gesto
3- de
la fuerza de la musculatura implicada
4- de
la resistencia que es preciso vencer
5- del
potencial genético (fibras lentas o veloces)
MÉTODOS
DE DESARROLLO DE LA VELOCIDAD DE REACCIÓN
Volviendo a la rapidez de reacción motora, es decir, el
tiempo latente de la reacción. Es necesario hacer una distinción entre
reacciones simples y complejas.
Por reacción simple se entiende la respuesta ya conocida con
anterioridad a un estímulo también conocido. La reacción de un sprinter de
carrera veloz, de un patinador o de un nadador a la señal de salida debe clasificarse entre las reacciones
simples. En cambio, el resto de formas de reacción motora son complejas, puesto
que varía ya sea la señal o la respuesta.
Los métodos para desarrollar la velocidad de las reacciones
simples son numerosos. El más conocido
es el que consiste en repetir lo más rápidamente posible la reacción a una
señal inesperada o a una variación del
entorno exterior.
Este método proporciona resultados positivos con bastante
rapidez, sobre todo si se aplica a los principiantes, pero con el tiempo se
llega a una estabilización de la velocidad de reacción y resulta muy difícil mejorarla más.
La mejora de la velocidad de reacción no tiene ninguna
influencia práctica sobre la velocidad
de movimiento, que debe entrenarse por separado (método analítico).
Se pueden adoptar otros métodos con el fin de mejorar la
velocidad de reacción, principalmente en aquellas especialidades deportivas en
las que ésta adquiere particular importancia. Uno de estos métodos es el
sensorial, que se desarrolla en estos tres momentos:
1.- En el primero, el individuo realiza un ejercicio veloz
cuyo comienzo se indica con una señal. Después de cada prueba, se da el tiempo
de ejecución.
2- En
el segundo, que es el más importante, el individuo realiza el mismo ejercicio,
será él mismo quien indique el tiempo que cree que ha empleado.
La comparación con el tiempo real medido por el entrenador
representa el momento entrénate de la funcionalidad de percepción.
3- El
tercer momento consiste en hacer realizar un determinado ejercicio en un tiempo
establecido anteriormente. Esto implica una mejora en el control de la
velocidad de reacción.
Todos estos métodos que tienden al incremento de la rapidez
de reacción, evidentemente no pueden comportar mejoras significativas, se tata
de mejoras del orden de algunas décimas de segundo.
Sin embargo, hay que reconocer que los tiempos de reacción en
individuos que practican actividades deportivas en general son inferiores con
respecto a los individuos sedentarios.
Esto tiene sus ventajas no sólo para la práctica deportiva,
sino también para la vida de relación.
Obviamente, estos métodos específicos para el aumento de la velocidad de
reacción no son necesarios en la preparación de aquellas actividades como los
deportes colectivos, en los que los continuos cambios de situación ya
constituyen por sí mismos estímulos
entrenantes.
Clasificación de los deportes
Según MATVEEV, 1977, los deportes se pueden dividir en grupos en cuanto al
desarrollo de la rapidez.
1) Deportes
que requieren que se manifiesten al máximo las capacidades de rapidez en
situaciones variables (juegos deportivos, deportes de combate).
2) Deportes
que requieren que se manifiesten al máximo las capacidades de rapidez en
situaciones relativamente estándar (sprints, saltos acrobáticos o de atletismo,
lanzamientos con carreras de impulso, etc.).
3) Deportes
que requieren que se manifieste al máximo las capacidades de rapidez en
condiciones de sobrecarga exterior considerable (Halterofilia, impulsión de la
bala, lanzamiento del martillo, etc.), o de deportes de coordinación compleja
de movimientos con una estructura estandarizada (gimnasia, patinaje artístico,
etc.).
4) Deportes
en los cuales la manifestación de la rapidez y sus resultados están limitados
en una medida decisiva por la resistencia (medio fondo y otros que requieran al
máximo la resistencia).
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